En esta casa somos unos glotones. ¡No lo podemos evitar! Por eso, muchos de nuestros recuerdos asociados a viajes están relacionados precisamente con lugares donde comimos, un exquisito café en un lugar de ensueño o dónde comimos el bocadillo más rico de Florencia. Estos días, repasando los álbumes, nos hemos acordado de una frase que dijimos mucho en nuestro último viaje a Sevilla: Sevilla sabe a Portugal. ¿Quieres saber por qué?
Sí, tiene que ver con la comida. En concreto, con el dulce más popular de Lisboa: Los pasteles de Belém. Aunque te contamos más sobre ellos en esta entrada (incluso te explicamos cómo hacerlos), una breve explicación: Los pastéis de Belém son pequeñas tartaletas de un hojaldre muy crujiente y rellenas de crema. Se toman templadas y con un espolvoreado de azúcar glas y canela que los convierten en un bocado exquisito.
¿Y esto, qué tiene que ver con la capital de Andalucía? ¿Por qué Sevilla sabe a Portugal?
Un descubrimiento
No hemos logrado ponernos de acuerdo de cuando fue el descubrimiento. Una cosa es segura: salíamos de la catedral de Sevilla o del Alcázar de Sevilla. Cansados, con hambre y ganas de parar un rato antes de emprender el viaje de vuelta al hotel… ¡De repente lo vimos! Una pequeña puerta que casi pasa desapercibida, si no fuera por la típica cerámica blanca y azul de Portugal: De nata – fábrica de pasteles Lisboa.

No lo dudamos ni un instante y entramos. Se trata de un establecimiento pequeño, con una barra minúscula, un par de taburetes y un horno. La carta es breve: tés, café, zumos y, por supuesto, los famosos Pasteles de Belém. Pedimos un par, casi con la certeza de que de ningún modo serían lo mismo que en Lisboa, ¡pero qué equivocados estábamos! El sabor, los aromas, las texturas… todo idéntico. Y a un precio asequible.
Nos gustó tanto –somos unos apasionados de la comida portuguesa– que todas las tardes que nos quedaba en la ciudad intentábamos que el recorrido nos llevara a la zona a la hora de la merienda. ¡No podíamos evitarlo!
Y es que no hay nada como tomar un exquisito pastéis de Belém mientras observas cómo los pasteleros elaboran una y otra bandeja de estos pequeños bocados dulces que a todo el mundo fascinan.
El lugar
El local De nata está en la Calle Mateos Gago, 29 y abre de lunes a domingo desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche.

Como el local es muy pequeño, en ocasiones no apetece esperar para poder entrar y comerse el pastel de Belém en el propio local o pedirlo para llevar. Te recomendamos que esperes unos minutos: el servicio es muy rápido y apenas dejarás pasar un breve espacio de tiempo antes de poder acceder a por tu delicioso bocado. Comprobarás, como decimos nosotros, que Sevilla sabe a Portugal.
Desde luego, esto no quita para probar la rica gastronomía andaluza. En cada uno de nuestros viajes a Sevilla hemos visitado desde restaurantes de cocina fusión hasta las típicas tabernas en las que los cantaores se arrancan por bulerías cuando les sirven el chato de vino. El descubrimiento de De nata nos pareció el complemento perfecto para una ciudad que cuenta con el maravilloso encanto de ser uno de los grandes rincones de España.
Si quieres estar por la zona con un plan, nada mejor que este tour por el Alcázar, la catedral y la giralda de Sevilla.