Uno de los últimos viajes que hicimos antes del confinamiento fue a Sevilla. Es una ciudad preciosa, puedes perderte durante horas y días en sus monumentos, se come de lujo y, si te queda tiempo, los pueblos de alrededor son una maravilla. Sevilla es un lugar al que volver una y mil veces para disfrutar de todo lo que puede ofrecer.
La Catedral y la Giralda
Cuando uno piensa en Sevilla sabe que hay cosas que no puede dejar de ver. Lo primero que a todos nos viene a la mente es la Giralda, que forma parte del conjunto arquitectónico de la Catedral. La Catedral sorprende al que la ve de cerca por su impresionante tamaño, ya que es la tercera más grande del mundo.

Por su parte, la Giralda es una torre de origen almohade (siglo XII) que ha ido sufriendo modificaciones a lo largo de los siglos. Actualmente sirve como campanario de la Catedral y se encuentra coronada por el “Giraldillo”, la escultura de bronce del Renacimiento más grande de Europa (sí, todo es Sevilla es `lo más grande´). Si bien no es imprescindible, subir sus 104 metros de altura proporciona una preciosa vista panorámica de la ciudad.
Horarios: lunes de 11:00 a 15:30, de martes a sábado de 11:00 a 17:00 y domingos de 14:30 a 18:00h. En julio y agosto se amplían los horarios: lunes de 10:30 a 16:00, de martes a sábado de 10:30 a 18:00 y domingos de 14:00 a 19:00h.
Tarifas: entrada general 10 €, estudiantes y pensionistas 5 €. Es posible visitarla de manera gratuita los lunes de 16.30 a 18h.
El Alcázar de Sevilla
También muy conocido es el Alcázar de Sevilla (y nuestra parte favorita de la ciudad). El conjunto de edificios compone el Palacio Real que ha estado más tiempo en activo. Cada rincón de este Palacio esconde un tesoro diferente y resulta muy difícil elegir uno sobre los demás. No obstante, si tengo que elegir me quedo con El patio de las Doncellas, una joya de estilo mudéjar en la que resulta imposible no sentirte en otro tiempo.

Su origen data de la época romana y con el paso del tiempo ha ido incorporando a su esencia elementos de las distintas culturas que lo han habitado. Es recomendable ir sin prisa y disfrutar de sus patios con naranjos, los salones cubiertos de azulejos, sus cúpulas decoradas con arabescos, los elementos renacentistas, los tapices de estilo flamenco… Todo parece salido de un sueño.
Horarios: de abril a septiembre de 9:30 a 19:00h, el resto del años de 9:30 a 17:00h.
Tarifas: entrada general 11.50€. Es gratuito ara menores de 16 años y tiene descuentos para estudiantes menores de 25 años. Además, reservando tu entrada online es posible conseguirla gratis para los lunes por la tarde.
La plaza de España
Es la otra joya de la corona. Se trata de una impresionante edificación ubicada dentro del parque de Maria Luisa. Fue construida en 1914 por Aníbal González. De nuevo, con sus 170 metros de diámetro es `lo más grande´ que se construyó en Sevilla durante el siglo XX.
Tiene forma de elipse y está formada por 48 medallones, cada uno representando a una de las provincias de España. Además, está rodeada por un pequeño canal cruzado por 4 puentes. Este canal se puede navegar en unas pequeñas barcas, permitiendo a los visitantes conocer la plaza desde otra perspectiva. La vista desde el canal, con el sol de la tarde cayendo es simplemente espectacular.
Otros lugares de interés
Además de los más conocidos, Sevilla tiene cientos de pequeños tesoros que la convierte en un lugar al que volver mil veces sin necesidad de repetir visitas. Por ejemplo, en nuestro último viaje nos recomendaron el Archivo de Indias, que resultó ser una grata sorpresa. Fue creado para albergar toda la información sobre las colonias españolas y actualmente muestra una interesante exposición sobre las rutas por mar que llevaron a dichos territorios.
Otra parada recomendable es el Palacio de Dueñas, un edificio renacentista propiedad de los duques de alba. En su interior encontramos objetos pertenecientes la familia de alba, fotos de los actos que han tenido lugar en su interior y una importante colección de arte. En su patio interior podrás oler los limoneros a los que hace referencia Antonio Machado en su obra, ya que el poeta nació en este Palacio.

Pasear por la ciudad
No hay necesidad de ir a un sitio en concreto. Pasear por Sevilla es un espectáculo por sí mismo. Por ejemplo, es bien conocido el barrio de Triana, famoso por haber dado grandes cantaores y bailares de flamenco. Separado del centro histórico por el Guadalquivir, a sus orillas podemos contemplar el puente de Triana, otro de los grandes símbolos de la ciudad.

También a la orilla del río encontramos las Torre del Oro, en cuyo interior se encuentra el Museo Naval. Junto a ella, encontramos la famosa plaza de toros de la Maestranza. En resumen, Sevilla es una ciudad rica es historia, belleza y gastronomía, un lugar al que volver mil veces y que te sorprende cada una de ellas. Y recuerda que todo esto lo puedes disfrutar en uno de los Free tour que cada día se hacen por toda la ciudad.
Finalmente, os recomendamos la plaza del Salvador, en el barrio de la Alfalfa. Es un sitio de reunión para los sevillanos y en sus alrededores se pueden probar algunas de las mejores tapas de la ciudad. Ya sabéis lo que nos gusta probar la comida de los sitios que visitamos, así que hablaremos de Sevilla y sus tapas en otro post.