Florencia es una ciudad a la que los viajeros que están en ciudades cercanas suelen acercarse en una excursión de uno o dos días. Este tipo de visita a la `Ciudad del Arte´ permite conocer la Piazza del Duomo, entrar a la galería de los Uffizi, pasar por el Ponte Vecchio sobre el Arno y, con suerte, nos quedará tiempo para visitar la galería de la Academia o alguna de las múltiples iglesias que hay en la ciudad.
Nuestra primera visita a Florencia fue de este este estilo y nos permitió descubrir los puntos clave de la ciudad, pero Florencia es mucho más, merece mucho más. Desde entonces hemos vuelto varias veces y sigue en nuestra lista de pendientes. Volveremos mil veces más y hoy vamos a contarte por qué: conocemos la Florencia alternativa.
Florencia alternativa: algunos planes

Para empezar por lo típico, tanto la galería de los Uffizi como la Academia merecen más de una visita o, al menos, una visita tranquila. Hoy en día son experiencias muy turísticas y están masificadas, es difícil poder disfrutarlas con calma. La primera vez que visitamos la galería Uffizi los empleados sólo nos dejaban estar un minuto en algunas de las salas debido a la gran aglomeración de gente. Así es imposible disfrutar de las obras que hay en su interior.
Conseguimos arreglar este inconveniente en nuestro siguiente viaje, ya que aprovechamos para ir en febrero y había muy pocos turistas. Entrar a la Academia y tener el David para nosotros solos es una experiencia inolvidable.
Otro motivo para ver la ciudad con calma es poder investigar sus restaurantes. En toda Italia la comida es una maravilla y Florencia no es una excepción. La pasta fresca suele ser la estrella de menú acompañada de un buen chianti pero la pizza también es espectacular. Recomendamos sin duda la degustación de pasta fresca de la trattoria San Pierino.
No obstante, si visitas la ciudad con poco tiempo y quieres comer algo rápido para poder ver monumentos y galerías antes de la hora de cierre tenemos una recomendación: Panini Toscani, una pequeña tiendecita en un costado del Duomo que vende bocadillos para llevar pero es toda una experiencia culinaria.
En Panini Toscani hacen los bocadillos a tu gusto añadiendo un queso, un embutido y algo de verdura pero para ello te dan a probar antes todas las opciones que tienen disponibles. El resultado es un bocadillo delicioso y una experiencia que sin dudas querrás repetir.


¿Un gelato?

Por no hablar de los helados, otra especialidad italiana. En Florencia descubrimos el sabor `zabaglione´, un helado de yema de huevo vino blanco riquísimo. No puedes dejar de visitar las heladerías sea el mes del año que sea, siempre es buen momento para disfrutar del cremoso helado italiano. Recomendamos especialmente la heladería Edoardo, junto al Duomo.
Tras el cierre de los edificios turísticos, llega el momento en que la mayoría de excursiones abandonan la ciudad. Florencia de noche está casi desierta y es una maravilla. Sus calles pequeñas, sus edificios iluminados tenuemente y el silencio hacen que el paseo por la ciudad al caer la tarde sea algo mágico e inolvidable.
Nuestro momento favorito de todos los viajes que hemos hecho a Florencia es esperar a la noche y salir, recorrer las calles hasta la Piazza della Signoria y sentarnos en sus escaleras a contemplar las esculturas iluminadas.