Probamos el restaurante del Palacio Sofraga

Probamos el restaurante del Palacio Sofraga

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Estaba cantado: después de nuestra primera visita a la terraza del Palacio Sofraga, en Ávila, teníamos que volver a probar la carta de su restaurante. Así que aprovechamos un paseo con familia por la ciudad de las murallas para reservar mesa y conocer la propuesta culinaria de este bonito espacio. Como siempre, queremos compartir la experiencia con los lectores de esta web:

Un entorno único en Ávila

No podemos dejar de señalar que el propio espacio del Palacio Sofraga ya merece la pena. Aunque su carta no estuviese a la altura (lo está) poder disfrutar de un restaurante coqueto, con precios ajustados, un servicio en sala más que correcto y esa elegante decoración ya justifican la visita.

Como se explica en su propia web, el Palacio Sofraga era una construcción pegada a las murallas que habitaban las familias nobles, encargadas de la defensa de la ciudad. Esto hace que el salón principal del restaurante ofrezca unas exquisitas  tranquilas vistas de las murallas.

El día que visitamos el restaurante estaba tranquilo, pese a que los comensales ocupamos todas las mesas, y si algo podemos reprochar es que la mesa quedó algo estrecha para cinco. Por todo lo demás, estuvimos muy a gusto durante la comida. 

Y es que el joven equipo de sala se encarga de que ese pequeño detalle se quede en una minucia gracias a su excelente trabajo, siempre al tanto de todo. 

Cocina tradicional y mirada al presente

La carta del restaurante Palacio Sofraga, en Ávila, deja reinar a los clásicos de la cocina abulense: el chuletón, el entrecot y el solomillo de ternera de la zona son los platos más destacados. Sin embargo, la propuesta no acaba ahí: destacamos su capítulo de entrantes, donde se encuentran platos como la ensalada de burratina con pesto rojo y el tartar de atún, este último una verdadera delicia.

Nuestra comida, para 5 y teniendo en cuenta que era pleno julio, consistió en un par de entrantes (selección de croquetas y ensalada de burratina) y un chuletón de Ávila para 2, un solomillo con salsa de vino tinto, risotto con aceite de trufas y el tartar de atún rojo.

Más que suficiente, aunque no pudimos evitar probar un par de postres que, hay que admitirlo, no fueron lo más destacado de la comida.

En Palacio Sofraga se come tan bien como en otros locales clásicos de Ávila, aunque hay que sumar el extra del precioso entorno y la calidad de la atención de los camareros. Todo ello con un precio ajustado, ya que nuestra cuenta estuvo en torno a los 150 euros. 

¿Volveremos al Palacio Sofraga? Probablemente sí. Al menos en esas ocasiones en las que vamos acompañados por familiares que vienen a la zona de visita y quieren comer en un sitio con un plus de elegancia y belleza. Y, ya sabes, si quieres conocer a fondo la ciudad puedes hacerlo con este Free tour por Ávila que a nosotros nos encantó.  

Daniel.R.V

Daniel.R.V

Concibo el viaje como una forma de entender mejor el mundo. Me apasiona
la cultura árabe y siempre estoy dispuesto a hacer las maletas para
viajar a cualquier destino... siempre que se coma bien. Porque descubrir
restaurantes, gastronomías y recetas es otra forma de conocer todos los
rincones del planeta.

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