Todos los años, durante los meses de febrero a abril, el municipio murciano de Cieza se convierte en uno de los reclamos turísticos más interesantes de la Región. Los campos de este pequeño pueblo bañado por el río y rodeado de montañas cambian completamente gracias a la belleza efímera de la floración de sus árboles frutales.
Y es que este municipio ha sabido sacarle el partido a algo que surge de un modo espontáneo y natural como es el propio crecimiento de la fruta para convertirlo en un reclamo turístico en el que caminatas, fotografía y gastronomía se dan la mano para ofrecer interesantes jornadas de actividad familiares.
Como bien se indica en la web oficial del acontecimiento, “la llegada de la primavera se anuncia en Cieza como en ningún otro sitio, con un espectacular colorido que viste nuestros campos y que suscita el interés de miles de personas cada año”. Algo totalmente cierto: en estas fechas en que las flores comienzan a poblar tímidamente los melocotoneros, los ciruelos, los almendros y los albaricoqueros, son cientos los turistas que optan por acercarse a pasar el día en plena paleta de color natural.
Las rutas

Desde hace unos años, la Floración de Cieza se ha convertido en uno de los acontecimientos turísticos y culturales más importantes de la zona. Por eso, el ayuntamiento de la localidad prepara un amplio programa de actividades, organiza rutas guiadas, degustaciones y conciertos en torno al espectáculo natural que se vive en su huerta.
De todas las opciones que hay para realizar en Cieza en estas fechas, la más popular e importante es la participación en rutas por las mejores zonas para disfrutar de la floración de los árboles frutales. Desde 8 euros se puede participar en una caminata senderista por medio del campo.
Dos opciones de caminata
Hay dos opciones principales para realizar estas caminatas.
La primera de ellas comienza a las nueve de la mañana e incluye almuerzo y visita al cercano valle de Ricote, otro enclave lleno de belleza en esta época. Con esta elección los visitantes pueden disfrutar de un exquisito almuerzo campero y una visita al centro de interpretación del Melocotón de Cieza, una fruta rica y sabrosa que se ha convertido en el emblema culinario de la ciudad.
La segunda opción, algo más corta, consiste solo en una visita a los parajes y miradores más impresionantes en los que disfrutar de este espectáculo natural. Los participantes también podrán conocer el trabajo del centro de interpretación del melocotón de Cieza.
Hay otras rutas preparadas cada año, como esta de CIVITATIS, y que permiten aprovechar este escenario de postal en momentos como el atardecer, lo que supone un espectáculo único para los sentidos. Por supuesto, también existe la opción de pasear por las zonas de huerta sin sumarse a estas excursiones organizadas.
Un bocado natural
Durante el tiempo que dura la programación relacionada con la Floración de Cieza, son muchos los establecimientos de la localidad que ofrecen menús especiales centrados en la gastronomía local.
De todos los platos suele destacar el postre, basado en el famoso Melocotón de Cieza, una fruta carnosa y dulce que hace las delicias de todo aquel que lo prueba por primera vez y que consigue que cada año sean muchísimas las personas que se acercan a la localidad a por esta codiciada fruta.
Sin duda, una visita a Cieza en estas fechas es un verdadero regalo para los aficionados a las rutas senderistas, el campo y la fotografía. La Floración de Cieza permite obtener unas bellísimas postales en plena naturaleza.
