En diciembre de 2022 conseguimos visitar por fin Irlanda y pasamos allí 6 días. Se trata de un país pequeño y fácil de transitar, por lo que decidimos coger un hotel en la capital y, desde allí, contratar varias excursiones desde Dublín a Irlanda del Norte. En apenas unas horas se puede viajar a la región británica y comprender en profundidad la historia de la isla. Como no nos atrevíamos a conducir en dirección contraria, hicimos las excursiones con Civitatis. Estos son los tours que realizamos:
Excursión por los escenarios de Juego de tronos
En el viaje nos acompañaba un auténtico loco por Juego de Tronos, así que reservamos este Tour por los escenarios de Juego de tronos en Civitatis, que cuesta 85 euros por persona.
Debo decir que no nos gustó mucho por culpa del guía, Manuel, ya que admitió que era la primera vez que llevaba ese tour y que no tenía mucha idea. De hecho, cuando le hacíamos preguntas de los sitios a los que íbamos no sabía contestar.
El tour es un recorrido por algunos de los lugares de filmación de Juego de Tronos en Irlanda del Norte. No hay controles para pasar desde Irlanda a Irlanda del Norte por carretera a pesar de ser un país externo a la Unión Europea desde el Brexit (aunque sí los hay por mar o por aire).
La primera parada en este tipo de tours es en un área de servicio. Aunque suele ser temprano (alrededor de las 10 de la mañana) lo ideal es aprovechar para comprar bocadillo o sándwiches para la comida.
Las paradas suelen ser muy ajustadas y no da tiempo para comprar comida. Puedes aprovechar para comer mientras haces las visitar o en los trayectos de autobús si prefieres comer bajo techo, ya que en las fechas que nosotros fuimos hacía bastante frío.
La primera parada fue en el Parque Forestal Tollymore, un lugar precioso por el que dimos un paseo de aproximadamente una hora. Después hicimos una parada para hacer unas cuantas fotos en las ruinas de la Abadía de Inch y otra mini parada en Newcastle.
Finalmente visitamos el Castillo de Ward, uno de los exteriores utilizados para rodar Invernalia. Se trata de una mansión junto al lago Strangford y los terrenos de alrededor. Durante nuestra visita el interior de la mansión estaba decorado de Navidad y la visita fue bastante bonita.


Excursión a Belfast, la Calzada del Gigante y el Castillo de Dunluce
El segundo tour que contratamos fue la Excursión a Belfast, calzada del Gigante y Castillo de Dunluce de Civitatis. Su precio es de 80 euros por persona y esta sí que fue un gran acierto. Esta es una de las excursiones que se pueden hacer desde Dublín que más merecen la pena.

Durante el viaje de ida a Irlanda del Norte (unas 2 horas aprox.) Ana, nuestra guía, nos fue contando distintos episodios de la historia de Irlanda para entender el origen del de la conquista del país por parte de Inglaterra y las luchas hasta que Irlanda consiguió ser un país totalmente independiente. También de cómo se escindió Irlanda del Norte y los problemas políticos que se generaron. Las explicaciones fueron súper sencillas, entretenidas y amenas, muy fáciles de seguir hasta por los niños que estaban en la excursión.
Nuestra primera parada tuvo lugar en el Muro de la Paz en Belfast, que separaba hasta hace unas décadas la parte católica de la ciudad de la parte protestante. Paramos en varios de los murales políticos para nuevas explicaciones sobre los principales personajes allí retratados y cómo influyeron en la historia de estos países.
A continuación, fuimos al Castillo de Dunluce, una impresionante construcción en lo alto de un acantilado. En los días claros es posible ver Escocia desde allí y el sitio es un lugar mágico. Hay otra excursión de Civitatis a Belfast y la calzada del Gigante que no incluye esta parada, pero en mi opinión merece la pena el desvío. Las vistas desde el Castillo de Dunluce son espectaculares, es un lugar de película.

Después nos dirigimos a la Calzada del Gigante, una formación natural en la costa constituida por unas 40000 columnas hexagonales de basalto. De nuevo, se trata de un paisaje increíble y salen unas fotos preciosas. Se puede trepar y avanzar por las columnas pero resbalan muchísimo. Nosotros conseguimos cruzar un buen trecho pero con algún resbalón por el camino.
Finalmente volvimos a Belfast y paramos para ver el exterior del Museo del Titanic, que fue construido en los astilleros de la ciudad. Luego fuimos al centro y vimos el ayuntamiento, la torre inclinada de Belfast, dimos un paseo por sus calles decoradas con luces de Navidad y tomamos una pinta en el pub The Crown, uno de los más famosos de la ciudad.
Como casi todas las excursiones desde Dublín, regresamos unas 12 horas después, sobre las 20 horas. Y es que se tardan unas 3 horas de ida y otras 3 de vuelta hasta Belfast.
Si quieres ver lo que hicimos en Irlanda el resto de días puedes echarle un ojo a nuestro artículo sobre qué ver en Dublín o al de consejos sobre Dublín, para que tu viaje sea lo más fácil posible.
