El yogur es un alimento delicioso y las opciones para acompañarlo son prácticamente infinitas. Nosotros tomamos muchísimo yogur, sobre todo en verano, por eso decidimos empezar a prepararlo en casa. En la receta que te enseñaremos ahora aprenderás cómo hacer yogur casero de manera rápida sin necesidad de yogurtera.
Lo que más nos gusta de preparar yogur en casa es que con una misma receta muy sencilla se pueden obtener resultados diferentes en cuestión de textura y sabor, según lo que te apetezca en cada ocasión.
Además, la principal ventaja frente al yogur ya preparado que venden en las tiendas es eliminar el azúcar añadido. Con esta receta consigues yogur natural que está menos ácido que el que venden ya hecho, es decir, no es necesario añadirle azúcar.
Además, cada vez estamos más concienciados con la comida sana y natural, así como con intentar reducir el uso de plásticos en nuestro día a día. Por eso nos resultaba tan interesante el comenzar a preparar yogures en casa.
Ingredientes

– 1 litro de leche entera.
– 1 yogur. La primera vez que prepares esta receta necesitarás un yogur comprado. Cuando ya tengas tus propios yogures puedes usarlos para seguir haciendo más.
Cómo hacer yogur casero paso a paso
1- Pon a precalentar el horno a 50 ºC.
2- Vierte el litro de leche en un cazo y ponlo al fuego hasta que alcance 45ºC. Para comprobar la temperatura lo mejor es utilizar un termómetro de cocina. Para que nos mida bien la temperatura es importante no pegarlo al fondo del cazo y remover la leche de vez en cuando.
También se puede hacer sin termómetro, de hecho nosotros al principio no teníamos y nos salía igual de rico. El truco está en tocar el cazo y retirarlo del fuego cuando esté bastante caliente pero sin que llegue a quemar.
3- En una bandeja de horno vuelca el contenido del yogur. Cuando la leche alcance los 45ºC, añade unas cuantas cucharadas al yogur y mézclalo.
4- A continuación añade el resto de la leche y vuelve a mezclar.
5- Cuando esté todo mezclado, se tapa con papel film y se mete al horno ya apagado pero precalentado a 50ºC. Debemos dejarlo dentro del horno 10-12 horas. Nosotros solemos prepararlo por la noche, mientras hacemos la cena, y lo dejamos dentro del horno hasta la mañana siguiente.
6- Finalmente, pasadas esas horas, lo sacamos del horno y removemos con una cuchara. Ya debería tener la consistencia de un yogur. Ahora lo podemos repartir en tarros y estaría listo para comer.






Otras posibilidades
Como decíamos más arriba, el yogur sale riquísimo con esta receta. No está demasiado ácido, por lo que puedes comerlo sin necesidad de añadirle nada más. De todas formas, si lo prefieres más dulce puedes ponerle un poco de azúcar o de miel. Las opciones con el yogur son prácticamente ilimitadas pero te dejamos por aquí algunas de nuestras favoritas:
-Para el desayuno solemos preparar unos cuencos con yogur, avena y fruta troceada (melocotón, plátano, kiwi… utiliza la que más te guste).
-Otras veces, al ponerlos en los botes les hemos añadido una capa de compota de manzana o de mermelada de fresa.

-Además, como nos encanta el yogur griego, buscamos un par de recetas y vimos que era súper sencillo de conseguir. Tras dejar reposar la mezcla en el horno durante 10 horas, puedes utilizar un recipiente grande y poner sobre él un escurridor. Dentro del escurridor ponemos un trapo finito y limpio y volcamos en él todo el yogur. Tapamos con las puntas del propio trapo y metemos al frigo.
Nosotros usamos siempre el mismo trapo, sólo lo utilizamos para el yogur y, cuando terminamos, lo enjuagamos sólo con agua y lo tendemos hasta la próxima vez.
De esta manera, el yogur irá perdiendo líquido y adquiere una textura más cremosa, como de yogur griego. Lo ideal sería vigilarlo cada 1 o 2 horas, retirar el suero que va cayendo al recipiente grande y ver la textura del yogur. Si lo queremos más espeso lo dejamos reposar durante 1 hora para que siga perdiendo líquido.

Como ves, hay recetas que siempre has pensado que son complicadísimas de preparar o que precisan de utensilios de cocina que no están en todas las casas, pero con muchas de ellas no es verdad. Siguiendo estos truquillos ya sabes cómo preparar yogur casero (e incluso yogur griego) de manera sencilla, rápida y sin yogurtera.
Otra de las recetas que siempre nos han encantado y que nos parecía súper complicada es la del té moruno. Sin embargo, siguiendo los consejos de algunos amigos que hemos hecho al viajar hemos dado con una receta de té moruno fácil y deliciosa.