
09 Mar La tradición del entrecot en el Café de París
Madrid es, desde hace años, la sede de una de las leyendas culinarias de Europa: el Café de París. Se trata de un establecimiento que ofrece un único menú a diario: el entrecot, guisado en una famosa salsa de elaboración propia afinada durante años.
El Café de París, con dos locales en Madrid, es uno de esos clásicos que hay que probar al menos una vez. No se trata de un espacio gastronómico de autor ni tiene una cocina de fusión ni nada por estilo, pero el concepto es simpático: clásico, un menú cerrado, precio ajustado y un servicio rápido.
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Un local lleno de historia
Casi cien años ha cumplido el Café de París. Sus orígenes nos llevan hasta Ginebra, donde Arthur-François Dumont comenzó a servir la salsa de sus suegros con los entrecots en su local.
El plato de carne con salsa fue ganando cada vez más popularidad y el local se fue haciendo famoso. En 1942, Dumont tomó una decisión que cambiaría la historia del Café de París: reducir la carta a un único plato, su famoso entrecot con salsa. Acompañado, eso sí, de ensalada y patatas fritas sin fin.
Y esta es la misma fórmula que hoy, en pleno 2022, se puede probar en los locales de calle Conde de Aranda y de la calle Félix Boix. Y la que nosotros degustamos, invitados por un familiar que había ido hace años. Como el mismo confirmó, la leyenda es real: no había cambiado un ápice desde su última visita.
La comida de L'entrecote Café de París
Reservamos en Félix Boix a través de la web y allí que fuimos. Era sábado, así que el local estaba lleno. Comimos en una terraza cerrada algo ruidosa por ser un espacio reducido con bastantes mesas.
Tras unos minutos de espera, una camarera muy atenta nos contó toda la historia del local y del plato único y nos preguntó por el punto de la carne. Y nos sugirió un vino que nos gustó mucho, todo un acierto.
Llegaron, en primer lugar, unas sencillas ensaladas que ya marcaron el tono de la comida. Servida en platos individuales, permite abrir boca mientras se cocina la carne, que ya sacan en el punto elegido a la mesa.
La carne llega en amplias bandejas metálicas junto con la salsa. Y este es, claro, el centro de la comida. El plato se coloca sobre un quemador y comienza el espectáculo: la salsa se va deshaciendo poco a poco y mantecando la carne.
Y es cierto: la salsa es verdaderamente rica. Basada en mantequilla y hierbas aromáticas –más una veintena de ingredientes, según algunos expertos– es de las que apetece mojar pan.
Durante el servicio de este plato, el equipo de sala va acercándose a las mesas con bandeja de patatas fritas para llenar los platos a demanda del servidor. Sin ningún tipo de límites.
Como decimos, no es que se trate del culmen de la cocina en Madrid, pero el Café de París ofrece una experiencia tradicional, distinta y, gracias a la salsa, única. Todo ello por un precio de 25 euros el menú, bebidas y postres aparte, lo que hace que probar el sitio al menos una vez no suponga un gran problema para cualquier bolsillo.


Los postres del Café de París de Madrid
En este caso, nosotros aprovechamos para probar algunos postres. Lo cierto es que eran bastante solventes y disfrutamos de los tres que pedimos. En es te caso, el fluido de chocolate, el hojaldre de manzana con helado de vainilla y la tarta del día: una tarta de limón que fue la sorpresa del día.
Esta fue nuestra experiencia en L’entrecote Café de París. Desde entonces, de vez en cuando soñamos con esa salsa secreta que, aunque lo hemos intentado, no logramos reproducir.
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